viernes, 6 de noviembre de 2009

Selva en penumbra


La penumbra se adueñó de la selva,
el sol se negó a visitarla, a seducirla,
a penetrarla.
La oscuridad la abrazó, la hizo suya,
noche perpetua, fría, ausente.
La selva asimiló su nueva vida,
perdió su esencia, no más verdes musgos,
ni arboles erguidos, ni pululantes libélulas.
Y del rosagante amanecer
se convirtió en pálido fantasma.
sus tronquitos carcomidos, cafés,
frágiles, de corteza polvorienta.
Sus enredaderas entre el fango
botaditas como víboras cansadas,
hasta enroscasdas, griscáceas.
Su fauna, mitad muerta, mitad adaptada
se perdieron los colores amarillos,
los naranjas, los rojos o azules.
camuflados con la niebla,
depacito sobreviven estos pobres.
Abandonados, alguno aún clamante.
Solo corre el frío, y no hay agua,
el espeso, blancuzco, pesa sobre la maleza.
Ay de ti selva, tan sola, tan triste, tan vacía!
Pero las palabras tampoco entran
y esta voz se pierde en su intento.
Cuántos días más le quedan?
nadie sabe, hasta que el frío engulla
la poca vida que queda.

sábado, 10 de octubre de 2009

No me reces


Me amas como a Dios la beata;
a él dirige sus pensamientos,
por él realiza sus actos
y reza en su interior a diario
versos, plegarias y cantos.

Y Dios de existir lloraría
porque, quién puede ver al interior del otro?
si escuchándonos no nos entendemos,
mucho menos cuando callamos.

Dios no sabría de esa beata,
ni de todo el amor que profesa
a él no lo toca, no se entera.

Dios moriría de soledad, por hambre de amor;
porque el pensamiento que no se hace palabra
se pierde en la nada;
porque el amor que no toca el cuerpo,
se convierte en ausencia, en sin sentido de piel.

Dios no entendería por qué,
amándolo tanto, lo deja solo?
por qué, si reza tanto, no habla con él?
por qué si siente tanto, no se desborda en sus manos?

Y Dios lloraría, se enfurecería,
se haría pequeño, viejo, triste.
Gritaría, empujaría, aventaría,
para después callar y morir.

No me reces, háblame;
no cantes al aire, házlo conmigo, en mí;
no sientas sólo, desbórdate en mi pecho.
Y hazte presente y hazme real.
Que no soy sagrada, soy pagana.
con labios, con pecho, con vientre, con sexo.

SOY AYER

A una estatua


Cesa tu voz y muere
sobre tus labios mi alegría.
No habrá palabra que en tu piel levante
ni un incierto sabor de brisa oscurecida
como el recuerdo en mis ojos deja
el paso de tu aliento,
porque vives inmersa en tu silencio,
impenetrable a mis sentidos
y si mis manos en tu piel se posan
inclinas la cabeza,
navegas en un tiempo que escucha tu latido
y entre sus aguas, inundándote
bajo la tersa forma de su espejo,
estás abandonada.
próxima a ser violenta permanencia
enemiga de olvidos,
casi perdida en íntima zozobra
y sin más voluntad
que la crueldad entre tus labios muda.

Toma tu cuerpo ahora, vuelve el rostro,
mírate así, segura y desplomada
hacia un estanque donde mora el miedo,
donde solo hay imagenes
y el cuerpo deja su cautivo duelo
para entrar en la fuente de su origen.

Verás nacer el sueño de tu cuerpo
anegado en pureza toda vida,
todo impulso negado en puro movimiento
y toda forma sostenida en puro resplandor
ya no será la flor sino su aroma,
ya no serás tú misma.

No importa entonces que de pronto mueras
y pierdas toda sombra
quedándote en escombros defendida,
si toda tú pareces,
náufraga de tu propia mar,
presa dentro de ti, vencida
como ángel que asoldo por el fuego
lanzara su impotencia,
y sólo un desengaño
entre rocas de olvido y de tinieblas
dejan tus labios mudos
y la pureza inútil de tu cuerpo.

Muere, desnuda forma,
hielo que mata mi alegría,
crueldad vertida en mármol fatigado;
muere ya, y deja que contemple
la lucha de tu cuerpo con la sombra,
el debatir inútil de tus labios
contra el vacío olvido de tus ruinas,
que en ataúd o tumbas duermes
entre un querer o no de tus sentidos.

ALI CHAMUCERO

viernes, 9 de octubre de 2009

Detente


Me preguntas preguntas quién soy y cuál es mi camino
desearías saberme y decifrar los ojos del búho.
Soy el fuego, soy la sabia, soy el viento y soy la ausencia.

Pequeño, no vayas por oscuros caminos
quizá el paisaje te asuste o peor, te adhiera.

El fuego calienta rico cuando tienes frío,
pero cuando el frío se ha ido, el calor quema
Y aun así puedes gozarlo, sentirlo,
jugar con la cadencia de sus llamas.

Pero el tiempo no es buen amigo del fuego,
de tanto jugar con la llamas el cuerpo duele
y se hace urgente la necesidad de huir de él.

Soy la sabia que alimenta a los vástagos de mi propia jungla,
esta parte de mi, la sabia, no alcanza a nada más.
los vástagos la absorven y no comparten,
ni siquiera el poco que queda después de su satisfacción.

Y aún así su aroma provoca,
su consistencia chiclosa, amarillenta seduce.
pero la seducción sin acción se enfría y aburre.

El viento se pasea por todo sitio,
sin pudor toca, se cuela y refresca
hasta el nombre prohibido de lo intocable
pero el viento no sabe estar quieto,
necesita movimiento y se alimenta de lo que arrastra...
eso... arrastra y no puede detenerse ante nada,
y se lleva entre su turbulente genio hasta lo que más ama,

Soy la ausencia porque no estoy
pero mi ausencia es compañía porque permanece
y duele, porque cuando pronuncias mi nombre
no sabes si escucho o tu plegaria llegó a la nada
o, si la falta de respuesta es por soberbia o por lo que soy...
ausencia.

Por eso, pequeño amado, niño mío,
deten tus pasos, retoma el camino andado
y no busques por el estrecho oscuro

SOY AYER

miércoles, 7 de octubre de 2009

Tu rostro a la distancia



Cuando cierro mis ojos y veo tu rostro
es como leer palabras escritas en el aire
y que, por la distancia, no alcanzo a escuchar.

Si te leo, me encuentro un poco en ti,
mas no quiero
porque tu nombre ya no es tuyo
ni mío nunca más.

El viento te arrastró lejos muy lejos,
y no sólo a tu cuerpo, sino la escencia tuya
tu magia la derramas en otro árbol
lejos de mi selva cansada y vieja.

Y yo, mezcla de agua y tierra
de hojas y alas de libélulas
engullo todo lo que por aquí se acerque
y lo hago parte de mi mezcla

Pero los nuevos nosotros que para ti se crean,
a mí me son negados
y de mis mezclas no queda ese nosotros
sino un reboltijo de irreconocibles elementos.

Y así con los ojos aún cerrados,
sumergida en la visión de tu rostro,
te recuerdo y te extraño y te envidio.
Envidio el aire que te lleva lejos,
al árbol que bebe tu sabia
y a la memoria que me excluye.

SOY AYER

lunes, 28 de septiembre de 2009

Luna opaca.



Luna opaca, fuego casi extinto

alma silente, perdida, solitaria, vacía

Eres el fantasma del rojo fuego pasado,

hoy convertido en abundantes cenizas,

polvo grisáceo con algún destello naranja,

alguna chispa que recuerda

en lamentable timidez, lo que alguna vez fuiste.

Tus noches del ayer eran goce, pasión,

locura, insensatos pensamientos,

conversaciones de lo prohibido,

incontables tazas de café, botellas de tequila,

encuentros y desencuentros,

abrazos, besos, tocamientos impuros,

gemidos, gritos, exacerbación de emociones

fusión entre lo real y lo mágico.

Pero hoy todo es constante memoria,

tus noches del hoy son solo llantos y recuerdos,

lagrimas y gemidos

a veces ahogados, a veces en grito abierto.

Y desearías que la realidad que te ahoga

fuera solo parte de la fantasía

de alguna antigua orgía.

Ruiseñor de todas las voces;

tus días iniciaban cantando,

y continuaban en constante trino

para en las noches cantar por el sueño y por la paz.

Cantando enamoraste a tus amantes y a ti mismo

y cantando los lloraste en su adiós.

Tu pico encontró el silencio

y te convertiste en presa voluntaria de él.

A veces, en un afónico grito de tu alma,

se escucha alguna triste canción.

Pero tu voz no brilla, no encanta.

Escucharte hoy es ir de ti al suicidio,

a la desesperanza perpetua.

Y tus ojos, que brillaban por el amor y la justicia

hoy son solo dos masas amarillas,

hinchadas por el sufrimiento y el llanto.

Luna de mis noches, fuego de mi pasión,

¿Qué te haz hecho?

¿Dónde abandonaste esa luz que era mía?

¿Ese fuego que me calentó tantas noches

y la esperanza que llenaba mis tristes días?

¿Dónde quedó el jolgorio y la fiesta?

¿Dónde el desafío a la vida y las convenciones?

¿Dónde, que no te rebelas contra esta tormenta?

El ayer ya no es tu hoy,

tu hoy no desearía que fuera tu hoy,

Vuelve del limbo en el que te hayas!

mi luna, mi fuego,

no te encuentro ni reconozco.

Clamo por tu inestable y loca alma

Luna eclipsada, fuego en su ocaso,

siento pena de mí sin ti y de ti sin ti mismo.

Invoquemos a Eros o Afrodita,

y en un ritual convoquemos a tu alma,

Que todos los dioses y vagabundos espíritus.

te traigan a mi mundo otra vez.

Que ardas de nuevo y yo me alimente de tu calor,

Que tus ojos brillen e iluminen mi camino,

Que tu silencio se rompa en cantos de amor,

De placer, de encuentros, de mí, de ti…

Luna opaca, fuego casi extinto,

¿Cómo salvarte de ti?

¿Cómo encontrarte?

¿Cómo retenerte?


SOY AYER


martes, 11 de agosto de 2009

A mis fantasmas



Con cariño para Alejandro, Rómulo,
Carlitos,
Fernando, Margarita y a
todas mis transparecias amadas







Estoy en la vereda del camino de mi vida,
recordando a los que por aquí caminaron
y hoy se han convertido en transparencias.

La nostalgia me invade
y me recuerda algunos encuentros.
Éstos parecieran recortes de frases
listas para un collage,
algunas parecieran tener borrones
y no queda sino reconstruirlas
con palabras que hubiera querido agregar.

De mis fantasmas,
algunos son viejos y otros no tanto.
Mi padre, mi abuelo, mis amigos, algún amante,
la amiga que me ayudó a encontrar mi yo.
Y pareciera que sus imágenes se mezclan
y juntos formaran un nuevo individuo.
Qué tanto de ellos son ellos mismos, individuos?
Qué tanto es la mezcla de sus virtudes y mis memorias
formándolos como un nuevo super personaje
extra dotado de inteligencia, ternura,
pasión y desafío por la vida, empeño, amor y justicia?

Así, en este sin fin de emociones indescriptibles,
los veo y los disfruto
y dejo lo que faltó por decir, abrazar o besar
para cuando mi ser, ahora tangible,
se convierta en la transparencia de otros.
y ahí, en la culminación de lo sublime,
el re encuentro con ellos, con todos y con cada uno.

SOY AYER

lunes, 10 de agosto de 2009

A un dormido.


Cómo quisiera sacudirte
arrancarte el polvo de los ojos
romper el miedo
ese que es tan tuyo
de enfrentarte a mí,
a nuestra realidad...
a mi realidad.

Cómo quisiera destapar
tu grito ahogado,
oírte aceptar
que sufre tanto como yo.
Escuchar tu angustia
de no saber hacer lo mejor
para ti, para mí, para ellos.

Cómo quisiera arrancar
de tus oídos ese algodón
que no te permite oir
mas que lo que consuela
tu terrible decisión...
...Juntos a pesar de todo,
juntos a persar de todos...

Cómo quisiera tantas cosas...
Romper tu cadena y hacerte libre
...de mí, de nuestra muerte en vida,
de nuestra amargura eterna.

Verte feliz y yo contigo
mas no unidos.
Libre... libre, y yo contigo.

Pero sigues huyendo
y Morfeo te ayuda,
te aleja de este momento nuestro.
De los pocos que tenemos
y que cada vez es más mío y menos tuyo.

Cómo quisiera que dejaras
de aventarme a la orilla
de este desfiladero,
que tomaras por una vez
una decisión conmigo.

Cómo quisiera encontrar el modo de ser libre
sin sentir que por ello muero,
o mueren mis pequeños o mueres tú.

Cómo quisiera que al respirar,
el aire oxigenara tu cabeza y tu corazón
y te moviera aunque sea en algo
de tu dolorosa comodidad.
De esa que nos inyecta veneno de a pocos,
pero no sólo a nosotros
también a ellos, a nuestros pequeños.

Cómo quisiera que quisieras hablar conmigo,
que participaras en esta loca carrera,
de la que a veces no comprendo
si la meta es morir o vivir.
... No la entiendo y quisiera...

Cómo quisiera no sentirme atada y culpable.
Tanto que quisiera llorar y gritar.
Más no lo hago porque alguien deber ser fuerte...
Quisiera no sentir este dolor
que no define si es por soledad,
por incertidumbre o por resignación.

No sabes cómo quisiera ser menos tú
y nuevamente ser yo...

SOY AYER

Yo en una noche sin ti.


No sabes cómo me haces falta esta noche.
de tenerte aquí te desgarraría, te destrozaría,
bebería tu sudor, absorbería tus pensamientos,
te aislaría de toda realidad y me alimentaria de ti,
me envolvería en tu abrazo y después,
cuando te encuentres vacío hasta de tí mismo
me echaría a llorar como una Magdalena
y dejaría que mis lágrimas te bañaran no solo los pies.
Quizá despues saldría huyendo de ti,
o de mí ante ti...
Pero no estás, y el silencio me hunde en mi recuerdo,
mis llamas me abrazan y me recuerdan que no estás
y me quemo de a pocos, pensando solo en ti,
Un poco en tus manos, un poco en tu sexo.
Un poco en tu estrategia en nuestros antiguos encuentros.
Así mi realidad me alcanza, me castiga
y me recuerda que no estás
Sus golpes me gritan que mi amante es soledad,
que mi deseo no tiene respuesta
que a mi grito le queda el eco del silencio.
Y mi alma se resiste a esta condena,
te invento nuevos nombres, historias paralelas...
Pero mi hiel es amarga, me queda poca esperanza.
Mírame, mi pluma ya no escribe,
apenas si me quedan estas pocas letras,
cuán vacía, cuán herida se halla esta pobre alma...
Si al menos lo supieras, si pudiera compartirtelo
entonces mi vacío encotraría agua para saciar su sed
te haría cómplice de mis traviesos recuerdos...
Ah! Pero no estás, no estás...
y solo se escucha el silencio, silencio...
SOY AYER

Me gusta cuando callas


Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.


Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llenas del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mí alma,
y te pareces a la palabra melancolía.


Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.


Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.


Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.


PABLO NERUDA

Acuerdo en lejanía



Tu voz es fria pero tus palabras arden
y ardo yo al imaginarnos asi
convertidos en uno o despedazándonos en mil
Qué más da?
Amantes de papel, al final la piel igual arde
mi labios se inflaman al leerte
y te encuentro mucho más atractivo en tu lejanía
porque ahí siempre serás mío
los celos no caben porque eres mío
aunque otras gocen de ti,
y yo seré tuya, siempre tuya
aunque otros beban de mí
aunque mi título no lleve tu nombre.
Arde conmigo y no te pierdas.
Te regalo mi deseo, mis pechos
mis nalgas, mi espalda y mis piernas.
A cambio quiero tu sexo, tus manos,
tu fuerza, tu lengua.
tus ojos para dibujarlos como en el pasado.
Y que no huyas cuando mis piernas te atrapen
y te destrocen y debiliten tu energía.
Quiero respirar a través de tu aliento...
Aunque lejos ya eres mío...
y yo tuya...
en el papel y en mi mente, pero tuya.

SOY AYER