sábado, 30 de enero de 2010

Noche cibérnetica


Describir la noche que me regalaste
es como entender un cuadro de Dalí.
La fantasía se vistió de verdad
y la lejanía se inventó cercana.
Tus letras fueron tus palabras
y el amor se sintió aquí... tan cerca...
como si la luz del monitor fueran mis velas
y el compás del teclado la suave música.
Y me deje llevar por ti
y de noche me convertí en día
y provoqué lo que hace tiempo deseaba,
pero que por prudencia callé y oculté.
Despertaste la furia silente,
apagada por tanto dolor. Y fui cazadora,
y fui fiera...
Mas la dulzura que guardaba a oscuras
se desbordó y tejió un te quiero y otro más,
Me convertiste en diosa de amor
recibiendo adoración de su siervo y
derramando en ti mis bendiciones y mis anhelos.
Fui todo: sueño, luna desbordada,
fuerza, locura, ternura, pasión.
Y sin tú saberlo, te adherí a mí,
te hice mío,
Pero, como cuento de hadas,
la hora rompió el sueño
Y así, con la excitación de mis olvidados sentidos,
te guarde en mi alma sin permiso,
yen tu almohada a cambio dejé tres besos.
Qué locura! Anoche fuiste todo
aunque en mi día puedas ser nada.

SOY AYER