lunes, 10 de agosto de 2009

Yo en una noche sin ti.


No sabes cómo me haces falta esta noche.
de tenerte aquí te desgarraría, te destrozaría,
bebería tu sudor, absorbería tus pensamientos,
te aislaría de toda realidad y me alimentaria de ti,
me envolvería en tu abrazo y después,
cuando te encuentres vacío hasta de tí mismo
me echaría a llorar como una Magdalena
y dejaría que mis lágrimas te bañaran no solo los pies.
Quizá despues saldría huyendo de ti,
o de mí ante ti...
Pero no estás, y el silencio me hunde en mi recuerdo,
mis llamas me abrazan y me recuerdan que no estás
y me quemo de a pocos, pensando solo en ti,
Un poco en tus manos, un poco en tu sexo.
Un poco en tu estrategia en nuestros antiguos encuentros.
Así mi realidad me alcanza, me castiga
y me recuerda que no estás
Sus golpes me gritan que mi amante es soledad,
que mi deseo no tiene respuesta
que a mi grito le queda el eco del silencio.
Y mi alma se resiste a esta condena,
te invento nuevos nombres, historias paralelas...
Pero mi hiel es amarga, me queda poca esperanza.
Mírame, mi pluma ya no escribe,
apenas si me quedan estas pocas letras,
cuán vacía, cuán herida se halla esta pobre alma...
Si al menos lo supieras, si pudiera compartirtelo
entonces mi vacío encotraría agua para saciar su sed
te haría cómplice de mis traviesos recuerdos...
Ah! Pero no estás, no estás...
y solo se escucha el silencio, silencio...
SOY AYER

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